Historia de Aranjuez (1/3)

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Historia de Aranjuez (Hasta el siglo XVI)

Origen de Aranjuez
El Real Bosque El escudo de Aranjuez
El Real Sitio El primer palacio
Siglos XVII y XVIII

Origen de Aranjuez
Palacio
Aranjuez fue el nombre de una antigua dehesa que comprendía, aproximadamente, las tierras situadas entre el Tajo y el Mar de Ontígola, de norte a sur, y la Calle del Rey y el Raso de la Estrella, de este a oeste. En el término de la antigua dehesa, se hallaba la aldea de Aranz, cerca de la junta de los ríos Tajo y Jarama. Desde los tiempos de Felipe II, el nombre de Aranjuez sirvió para denominar al Sitio, posteriormente Real Sitio y, desde el reinado de Fernando VI, nombre de la población que aquí se asentó.
Muy anteriormente, la vega de Aranjuez presenta asentamientos y restos de múltiples culturas y pueblos. Se han encontrado, en el término municipal, útiles paleolíticos, hachas de piedra pulimentada del neolítico, cerámica, armas y objetos personales de las edades del bronce y del hierro y vestigios de pueblos colonizadores y restos romanos (cimientos de casas, sepulturas, inscripciones y monedas).

El escudo de Aranjuez

Tras la conquista, por los visigodos, del reino de Toledo, se producen nuevos asentamientos en la vega de Aranjuez. Los moros fortificaron Oreja -a 12 kilómetros de Aranjuez- levantando allí un castillo que domina toda la vega. La primera noticia documental de aldeas y alquerías es sobre Aranz en el año 1118, en un privilegio otorgado por Alfonso VII. Posteriormente, en la época en la que el Tajo era frontera entre moros y cristianos y tras la fundación de las Órdenes Militares, el rey Alfonso VIII concede el Castillo de Oreja a la Orden de Santiago, en la persona de su Maestre y fundador, Rodrigo Fernández de Fuente Encalada.
El primer comendador del Castillo fue Pedro García de Orella. Ésa es la razón por la que figura la cruz de Santiago en el escudo de Aranjuez, aprobado por Consejo de Ministros el 17 de febrero de 1956.

El primer palacio Los Maestres de Santiago posteriores, que solían residir en Ocaña, fueron dividiendo la encomienda de Oreja en otras más pequeñas. Así aparece la encomienda de Alpajés, que incluye la aldea de Aranz y la dehesa de Aranjuez, rica en caza, pesca y pastos. Se crea en 1272 la Mesa Maestral de Santiago, que incorpora las tierras de Aranjuez, como recreo de los maestres. A finales del siglo XV, el Maestre Lorenzo Suárez de Figueroa, ordena la construcción de una Casa-palacio, junto a la ría actual, en el lado norte de lo que ahora es Palacio Real. Esta edificación fue derribada en 1739.

El Real Bosque Cuando la reina Isabel I consigue para su esposo, el rey Fernando V, el nombramiento de administrador vitalicio del Maestrazgo de la Orden de Santiago, Aranjuez empieza a ser frecuentada por los reyes de Castilla y se realizan reformas en la casa palacio y en la isla del jardín, que se llamó Isla de la Reina. En el año 1520, el cargo de Alcayde de la Casa palacio recae en D. Gonzalo de Chacón, que realiza algunas obras hidráulicas y de mejora en el sitio. Tres años más tarde, la dehesa de Aranjuez se convierte en propiedad real, al formar parte de la Mesa Maestral, cuyo titular era el rey Carlos I, que había recibido del Papa Adriano VI la dignidad de Maestre de Santiago y la administración de la Mesa Maestral a perpetuidad. Carlos I acomete reformas y crea el Real Bosque y Casa de Aranjuez, para su disfrute en ocio y caza. De este modo, entre 1534 y 1543, quedaron agregadas a Aranjuez las encomiendías circundantes de Otos, Oreja, Aceca y Alpajés, así como las propiedades del alcayde de la casa palacio de Aranjuez, dehesas y tierras de pueblos y nobles. Con estas agregaciones quedó configurado, en lo fundamental, el extenso territorio del Real Bosque de Aranjuez y su característica forma ahorquillada, siguiendo los cursos de Tajo y Jarama.

El Real Sitio Al llegar al trono Felipe II, el Real Bosque creció en notoriedad y tierras, denominándose Real Sitio y prohibiéndose el asentamiento, como propiedad exclusiva del monarca. Se construyen caces y acequias lía del Jarama), se realizan plantíos de árboles y se pusieron en explotación numerosas huertas. Se levantó un nuevo palacio, antecedente del actual, en 1561, bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Se dictan las primeras Ordenanzas de Gobierno del Real Sitio y se levantan varios edificios, que aún se conservan (ver principales monumentos y lugares de interés). Se plantaron grandes avenidas de chopos, olmos negros, naranjos, jazmines y parras. Se reformó el Jardín de la Isla y se ampliaron los setos de flores y las estatuas y fuentes. Aranjuez era el modelo de riqueza natural y en 1551 se crea el primer jardín Botánico del mundo y una destilería de aguas de olor y medicinales.

Revista de Aranjuez

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Origen de Aranjuez	Aranjuez fue el nombre de una antigua dehesa que comprendía, aproximadamente, las tierras situadas entre el Tajo y el Mar de Ontígola, de norte a sur, y la Calle del Rey y el Raso de la Estrella, de este a oeste. En el término de la antigua dehesa, se hallaba la aldea de Aranz, cerca de la junta de los ríos Tajo y Jarama. Desde los tiempos de Felipe II, el nombre de Aranjuez sirvió para denominar al Sitio, posteriormente Real Sitio y, desde el reinado de Fernando VI, nombre de la población que aquí se asentó. Muy anteriormente, la vega de Aranjuez presenta asentamientos y restos de múltiples culturas y pueblos. Se han encontrado, en el término municipal, útiles paleolíticos, hachas de piedra pulimentada del neolítico, cerámica, armas y objetos personales de las edades del bronce y del hierro y vestigios de pueblos colonizadores y restos romanos (cimientos de casas, sepulturas, inscripciones y monedas).
El escudo de Aranjuez	Tras la conquista, por los visigodos, del reino de Toledo, se producen nuevos asentamientos en la vega de Aranjuez. Los moros fortificaron Oreja -a 12 kilómetros de Aranjuez- levantando allí un castillo que domina toda la vega. La primera noticia documental de aldeas y alquerías es sobre Aranz en el año 1118, en un privilegio otorgado por Alfonso VII. Posteriormente, en la época en la que el Tajo era frontera entre moros y cristianos y tras la fundación de las Órdenes Militares, el rey Alfonso VIII concede el Castillo de Oreja a la Orden de Santiago, en la persona de su Maestre y fundador, Rodrigo Fernández de Fuente Encalada. El primer comendador del Castillo fue Pedro García de Orella. Ésa es la razón por la que figura la cruz de Santiago en el escudo de Aranjuez, aprobado por Consejo de Ministros el 17 de febrero de 1956.
El primer palacio	Los Maestres de Santiago posteriores, que solían residir en Ocaña, fueron dividiendo la encomienda de Oreja en otras más pequeñas. Así aparece la encomienda de Alpajés, que incluye la aldea de Aranz y la dehesa de Aranjuez, rica en caza, pesca y pastos. Se crea en 1272 la Mesa Maestral de Santiago, que incorpora las tierras de Aranjuez, como recreo de los maestres. A finales del siglo XV, el Maestre Lorenzo Suárez de Figueroa, ordena la construcción de una Casa-palacio, junto a la ría actual, en el lado norte de lo que ahora es Palacio Real. Esta edificación fue derribada en 1739.
El Real Bosque	Cuando la reina Isabel I consigue para su esposo, el rey Fernando V, el nombramiento de administrador vitalicio del Maestrazgo de la Orden de Santiago, Aranjuez empieza a ser frecuentada por los reyes de Castilla y se realizan reformas en la casa palacio y en la isla del jardín, que se llamó Isla de la Reina. En el año 1520, el cargo de Alcayde de la Casa palacio recae en D. Gonzalo de Chacón, que realiza algunas obras hidráulicas y de mejora en el sitio. Tres años más tarde, la dehesa de Aranjuez se convierte en propiedad real, al formar parte de la Mesa Maestral, cuyo titular era el rey Carlos I, que había recibido del Papa Adriano VI la dignidad de Maestre de Santiago y la administración de la Mesa Maestral a perpetuidad. Carlos I acomete reformas y crea el Real Bosque y Casa de Aranjuez, para su disfrute en ocio y caza. De este modo, entre 1534 y 1543, quedaron agregadas a Aranjuez las encomiendías circundantes de Otos, Oreja, Aceca y Alpajés, así como las propiedades del alcayde de la casa palacio de Aranjuez, dehesas y tierras de pueblos y nobles. Con estas agregaciones quedó configurado, en lo fundamental, el extenso territorio del Real Bosque de Aranjuez y su característica forma ahorquillada, siguiendo los cursos de Tajo y Jarama.
El Real Sitio	Al llegar al trono Felipe II, el Real Bosque creció en notoriedad y tierras, denominándose Real Sitio y prohibiéndose el asentamiento, como propiedad exclusiva del monarca. Se construyen caces y acequias lía del Jarama), se realizan plantíos de árboles y se pusieron en explotación numerosas huertas. Se levantó un nuevo palacio, antecedente del actual, en 1561, bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Se dictan las primeras Ordenanzas de Gobierno del Real Sitio y se levantan varios edificios, que aún se conservan (ver principales monumentos y lugares de interés). Se plantaron grandes avenidas de chopos, olmos negros, naranjos, jazmines y parras. Se reformó el Jardín de la Isla y se ampliaron los setos de flores y las estatuas y fuentes. Aranjuez era el modelo de riqueza natural y en 1551 se crea el primer jardín Botánico del mundo y una destilería de aguas de olor y medicinales.