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Historia de Aranjuez (Siglos XIX - XX)

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El Motín de Aranjuez
Villa de Aranjuez
El Tren de la Fresa
Concierto de Aranjuez
El Ayuntamiento
Lugares turísticos


El Motín de Aranjuez
y la Guerra de Independencia

Motín de Aranjuez

En 1801 se firma en el Sitio un tratado por el que España prestaba a Francia su ayuda a través de la flota de guerra contra Inglaterra. Siete años más tarde, Carlos IV permite la ocupación del país por los ejércitos de Napoleón, que pretendía poner en el trono de España a su hermano José Bonaparte.

En la corte de Aranjuez, Carlos IV se enfrenta al Príncipe de Asturias de forma solapada. El Príncipe Fernando ve en Manuel Godoy, ministro del rey, un opositor a sus planes, mientras el propio Godoy intenta que el rey se ponga a salvo de chusmas y motines. En marzo de 1808, la familia real y la corte se hallaban en Aranjuez. Godoy propone al rey embarcar hacia América en Sevilla, para salvaguardarle de los soldados franceses. El heredero al trono, Fernando, y sus partidarios, se oponen al viaje y, en la noche del 17 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje de los reyes, la multitud, dirigida por miembros del partido fernandino, nobles cercanos al Príncipe de Asturias, se agolpa frente al Palacio Real y asalta la casa de Godoy. El día 19, por la mañana, Godoy es encontrado escondido entre esteras de su palacio y trasladado hasta el Cuartel de Guardias de Corps, en medio de una lluvia de golpes. Ante esta situación y el temor de un linchamiento, interviene el Príncipe Fernando, verdadero dueño de la situación, en el que abdica su padre al mediodía de ese mismo día, convirtiéndolo en Fernando VII. El nuevo rey no tardaría en dejar la corona en manos del hermano de Napoleón, José I, conocido como Pepe Botella, y España inicia su período histórico de la Guerra de Independencia. En septiembre de 1808, precisamente en Aranjuez, se reúne la Junta Central, organismo encargado de encabezar y coordinar las acciones contra Napoleón. Un año más tarde, se constituye en el Real Sitio un Ayuntamiento provisional, presidido por Domingo Caspar Pérez, el primer Alcalde en la historia de Aranjuez.

El Tren de la Fresa

Durante la primera mitad del siglo XIX, crece lentamente la población del Real Sitio. Ya son cerca de 4.000 los residentes en el Sitio. En la vida local seguía predominando el peso del Real Patrimonio. La economía se basaba en la agricultura, que ocupaba el 60% de la población activa. El desarrolo industrial, escaso, descansaba sobre algunas fábricas, el sector comercial y el Mercado de Abastos. En 1814, tras el golpe de estado que devolvió el poder absoluto a Fernando VII, el Ayuntamiento de Aranjuez fue destituido y el Gobernador Manuel Pallarés asumió el mando. Situación que se repite en 1823, en los años de reacción absolutista, en los que el Marqués de Pontejos, por cierto, presenta su proyecto de camino de hierro entre Aranjuez y Madrid, que inauguraría Isabel II, bajo el patrocinio del Marqués de Salamanca, el 8 de febrero de 1851: el Tren de la Fresa había nacido como segundo ferrocarril de España.

El Ayuntamiento

Fachada del Ayuntamiento

Unos años antes, el 2 de enero de 1835, se suprime el cargo de Gobernador del Real Sitio y se establece definitivamente el Ayuntamiento de Aranjuez con José Ignacio de Ibarrola como primer alcalde. En 1846 le sucede en el cargo Gavino Ruiz, personaje clave de los liberales ribereños del siglo XIX. En esta época se crean las escuelas de niños, el Colegio de la Unión y la Escuela de Agricultura (1855). Se mantenían, con cierta importancia, las Jornadas Reales de primavera, en las que se multiplicaban los actos festivos y diversiones de corte. El ciclo festivo incluía las Fiestas Patronales de San Fernando y las ferias del ganado, recientemente sustituidas por las Fiestas del Motín de Aranjuez, declaradas de Interés Turístico Nacional en 1992. Además se celebraba la festividad de Santa Lucía -patrona de Aranjuez desde que en el siglo XVI fuera adoptada como tal por los criados del Sitio por sus ayudas, según la tradición, con ocasion de incendios y otros sucesos extraordinarios; en la actualidad la patrona es la Virgen de las Angustias, a quien se ha dedicado la antigua Parroquia de Alpajés- y la Candelaria.

En 1830 se construye la actual Plaza de Toros, la tercera de las que ha tenido el Real Sitio.

En la segunda mitad del siglo XIX, la economía de Aranjuez se debate entre su dependencia del Patrimonio Nacional y un tímido inicio de recuperación. Las luchas políticas nacionales tienen su reflejo en Aranjuez, y es aquí donde se crea, en 1854, al calor del pronunciamiento progresista del general O'Donell, una Junta de Salvación y Gobierno presidida por Pedro Beroqui, que destituye al Ayuntamiento moderado y nombra Alcalde al progresista Fabián Fernández, que es luego sustituido, en varios periodos, por Gavino Ruiz.

Villa de Aranjuez

Centro urbano

Hacia 1890, dejan de celebrarse las Jornadas Reales de primavera y comienza un declive económico para Aranjuez. A final del siglo, recibe Aranjuez el título de Villa (1899). Contaba entonces la población con unas 12.000 almas, que aumentaron hasta las 15.000 en 1930. Las tensiones sociales de las primeras décadas del siglo XX tuvieron también su eco en la población. En 1920 llega a la alcaldía el socialista Doroteo Alonso Peral, Presidente de la Sociedad de Obreros Agrícolas, que repite en 1931, año en el que fallece en Aranjuez el gran pintor de los jardines, Santiago Rusiñol. Tras la Guerra Civil, el aumento de la población de Aranjuez sigue siendo lento (23.000 habitantes en 1940, 31.000 en 1975) y se implantan una serie de empresas que, en algunos casos, llegan a los 500 trabajadores.

El Concierto de Aranjuez

Palacio Real

En esos años (1940) estrena Joaquín Rodrigo, el entrañable Maestro, su Concierto de Aranjuez, que ha llevado el nombre de la ciudad a cualquier rincón del mundo. El Maestro ostenta la Medalla de Oro de la ciudad, fue Amotinado Mayor y una calle, un monumento, el auditorio y la Escuela Municipal de Música llevan su nombre.

Aranjuez, hoy, es una ciudad joven, con gran respeto por su historia y su pasado, que camina por el sendero de la democracia que el pueblo español iniciara en 1976. En el mes de abril de 1979, aunque no se había modificado la Ley de Régimen Local, se celebraron en España por primera vez en muchos años, elecciones libres y democráticas, en las que la participación de los ribereños, como otros muchos españoles, fue mayoritaria y elemplar.

Y esta breve reseña histórica termina aquí. Los acontecimientos más recientes forman parte de la historia que el pueblo va haciendo cada día y que aún está por escribir.



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